16 de junio | Nueva York
Hola, charlie. Las protestas tienen una consecuencia inesperada en Seattle y la comunidad LGBTQ celebra una merecida victoria.
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Esta semana, en un nuevo capítulo de Karens terroríficas. Bienvenido a La Wikly.
© Alex Glidewell
✊ CHAZ: territorio ocupado
Lo importante: El pasado 8 de junio, cientos de manifestantes en Seattle, Washington, establecieron una llamada zona segura en torno a seis manzanas del barrio hipster de Capitol Hill en lo que ahora se conoce como CHAZ (o CHOP).
CHAZ significa Zona Autónoma de Capitol Hill, pero algunos de los organizadores han dicho que ese nombre no les pertenece y que en realidad La Zona se llama CHOP: Protesta Ocupada de Capitol Hill.
Qué significa. La Zona es un experimento de comunidad alternativa que está sirviendo como centro desde el que organizar protestas y exigir demandas a las autoridades locales para reformar la policía de Seattle, entre otras medidas.
Todo comenzó entre finales de mayo y primeros de junio tras días de protestas a raíz de la muerte de George Floyd a manos de la policía en Minneapolis, Minnesota, y de duros enfrentamientos con la policía de Seattle. En especial, por las noches.
El 7 de junio, después de que la alcaldesa hubiera puesto una prohibición temporal al uso de gas lacrimógeno, la policía de Seattle volvió a usarlo contra los manifestantes cuando se vieron sobrepasados cerca del Precinto Este del departamento, en el barrio de Capitol Hill.
La policía llevaba días fortificando los alrededores de la estación de policía, mientras que los manifestantes empezaron a usar paraguas para protegerse de las tácticas de la policía. Recuerda a Hong Kong:
Al día siguiente, la policía cubrió de madera contrachapada las ventanas del Precinto Este y se retiró de allí en un movimiento que aprovecharon los manifestantes para usar las barricadas a su favor y dibujar una frontera de seis manzanas en lo que ahora se conoce como CHOP:
En los días posteriores, los manifestantes montaron una cooperativa para repartir comida y bebida gratis (incluyendo latas de esa pijada llamada LaCroix), un pequeño huerto en el parque de Cal Anderson y hasta se organizaron para recoger y reciclar basura.
Para qué. La idea detrás de CHOP es la de probar en tiempo real un concepto nuevo de comunidad en el que la policía no tiene un papel relevante, y sobre todo no uno que algunos de los manifestantes definen como “brutalidad policial racista”.
Con un “ecosistema de cambio social”, según lo llama un ciudadano de CHOP, el propósito es que los participantes escojan roles críticos para la supervivencia de la comunidad y crear una nueva sociedad.
Eso no es todo. Al no tener líderes concretos, la lista de demandas que salen desde CHOP cambia según a quién le preguntan los medios, así que la cosa va desde pedir la desfinanciación de la policía de Seattle a prohibir el uso de fuerza armada por parte de los agentes.
Ojo. No todo es tan extremo como lo pintan desde la derecha estadounidense. En especial, Trump, que ha hablado en Twitter de “parar a estos anarquistas INMEDIATAMENTE” y ha tildado de violentos a los manifestantes:
¿Anarquía absoluta? Representantes de CHOP ya han dicho que NO son zona autónoma y de hecho cuentan con el apoyo de las autoridades locales porque no están intentando independizarse:
La alcaldesa de Seattle ha mostrado su apoyo al movimiento e incluso los ha defendido de los ataques de Trump: “Haz que estemos todos más seguros. Vete de vuelta a tu búnker”.
Los bomberos ayudaron a instalar baños portátiles y servicios de saneamiento.
Y la jefa de policía ha dicho en TV que este es un momento decisivo en la historia y que la policía “nunca será lo mismo”.
La derecha ha desdibujado la situación en Seattle desde el primer día y ha acusado a las autoridades locales de ser cómplices en la situación anárquica que se vive en Capitol Hill. Pero cabe señalar varios puntos:
No hay un señor de la guerra que se haya establecido como líder. El rapero Raz Simone fue entrevistado por Forbes y otros medios burlándose del retrato que habían hecho de él y exponiendo su visión de lo que es CHOP.
Leo antes de mandaros esto que un periodista dice haber sido asaltado por miembros del “equipo de Raz Simone”. Está siendo muy compartido entre periodistas de derechas con probado historial de tergiversar hechos, así que no sé cuánto fiarme, pero ahí queda.
No hay extremistas de Antifa que hayan convertido CHOP en una zona prohibida a la que solo pueden entrar quienes ellos digan (o que haya un registro o chequeo de identificación previos). Ejemplo 1, ejemplo 2 y ejemplo 3:
No hay manifestantes extorsionando a comercios para poder operar en la zona y tampoco hay referencias de que estén en contra de CHOP. De hecho, a algunos incluso les está yendo mejor que de costumbre.
No están intentando vandalizar la zona ni destruir el departamento de policía. Muy al contrario, incluso lo han salvado de las llamas después de que alguien hubiera intentando empezar un incendio.
No hay referencias de violaciones dentro de la zona, pese a que la jefa de policía dijera que el tiempo de espera para atender llamadas de emergencia se había triplicado desde el establecimiento de CHOP y que eso podía significar “alguien siendo asaltado, otras veces es una violación”.
(Esto es preocupante por otra razón que comentaré más adelante, pero considero importante señalar que no ha habido violaciones porque es algo que he visto muy repetido en ciertos timelines).
No hay violencia ni represión fascista por parte de los manifestantes, pese a que algunos de ellos llevan armas y pese a que han pillado a Fox News manipulando fotos para intentar retratar CHOP como una especie de pseudo-estado armado.
Es legal llevar armas en el estado de Washington y los manifestantes dicen hacerlo para protegerse de posibles amenazas no-policiales.
Por ejemplo, grupos de extrema derecha como Proud Boys que fueron este lunes a CHOP y pegaron a un hombre que quería cotillear lo que tenían en una furgoneta.
También justifican así haber puesto barricadas: para impedir ataques con vehículos como los que se vieron en Charlottesville o precisamente en Seattle hace una semana.
Un pero importante. Eso no quiere decir que CHOP no haya enfrentado problemas desde el comienzo. Su pretensión de encargarse de la seguridad de la zona ha dejado una primera referencia preocupante:
La policía desoyó las llamadas de emergencia del dueño de un taller de coches cuyo hijo estaba reteniendo a un sospechoso de robarles y de intentar empezar un incendio.
Decenas de manifestantes de CHOP acudieron al local y tiraron abajo la verja que rodeaba al taller, aparentemente para lidiar con la situación por su cuenta.
A huge mob just attacked "Small Tender" business demanding a release of man who went into the business and started a fire, the business is located inside the 6 blocks of #CHAZ a 'no-cop zone'. Reporting on the ground in #SeattleSegún el periodista que grabó el vídeo de arriba, una de las personas del local apuntó con un arma a los presentes en lo que fue un momento muy tenso.
Más adelante, los dueños del taller lograron identificar al sospechoso y recuperaron parte de lo robado (dinero y llaves) con mediación de los voluntarios de seguridad, Raz Simone incluido.
Nada acabó de forma violenta, con lo que lo ocurrido expone un caso anecdótico en el que:
No hizo falta usar la fuerza.
Una familia vio cómo un sospechoso escapaba sin enfrentar consecuencias legales por intentar quemar su taller y robarles (quizá, hasta lograrlo con éxito).
Apunte relevante: el taller estaba FUERA de CHOP, a unos 100 metros de la frontera.
Pero por otro lado: ¿Qué pasará cuando una de estas situaciones sí se vaya de las manos dentro de CHOP? ¿Qué pasa cuando sí haya una violación o un crimen más grave? ¿Cómo se detiene a alguien? ¿A quién se llama? ¿Se puede fiar uno de los voluntarios de seguridad de CHOP?
CHOP es un experimento que recuerda al 15-M de España o al Occupy Wall Street que se extendió desde Nueva York al resto del mundo en 2011, con lo que hay una mezcla de disrupción comunitaria insostenible y exigencias radicales impracticables (o impopulares).
Ni todos los vecinos aprueban lo que pasa en Capitol Hill, pese a que sea un barrio muy progresista de la ciudad.
Ni el Defund The Police que expliqué la semana pasada tiene sentido en ciudades tan grandes (y a su forma caóticas) como Seattle.
Ni todo lo que pasa dentro de CHOP parece ser el mundo de piruletas que uno podría concluir tras leer The New York Times o The Washington Post, con referencias de intimidación en vídeos y de robos en redes sociales.
Ni el discurso woke anti-blancos va a llegar a ninguna parte, sea con impuestos o callándolos (aunque entiendo que el hecho de que algunos blancos hispters quieran convertir CHOP en Coachella sea una preocupación de los manifestantes negros y/o nativos).
Victorias. Pero eso no quiere decir que CHOP no esté logrando que se cumplan algunas de sus demandas. Las autoridades locales están debatiendo reducir el presupuesto de la policía y aplicar reformas sustanciales en el cuerpo y sus políticas.
No es la regla. Seattle es un ejemplo excepcional que todavía no se ha visto replicado en otras partes del país. En Portland, por ejemplo, una iniciativa similar no tuvo demasiado éxito.
Y cabe señalar otra cosa: Seattle es una ciudad MUY progresista con una alcaldesa y un gobernador también progresistas. Es poco probable que otras ciudades se contagien de lo que están intentando hacer en CHOP.
Ni qué decir que la derecha ha sabido jugar bien sus armas, como comento un poco más abajo en la sección de memes.
¿Desea saber más? Este post de Medium de una chica de Seattle que se ha dedicado a hacer mapas sobre CHOP está genial. Y los reportajes locales de Capitol Hill Seattle Blog dan una perspectiva de a pie de la situación.
🤓 Tres lecturas relevantes
Washington D.C.: ‘La prensa estadounidense se está destruyendo a sí misma’, por Matt Taibbi (en inglés; 19 minutos).
Fascinante análisis de la situación tan difícil por la que pasan los medios en Estados Unidos en tiempos de polarización política tan extrema —y una cada vez más insultante represión progresista contra puntos de vista que se salen de la norma impuesta en los círculos woke de las grandes ciudades. Personas woke: abogados de lo políticamente correcto, pero llevado al extremo.
Silicon Valley.: ‘Jon Stewart vuelve para dar su opinión’, por David Marchese en The New York Times (en inglés; 30 minutos).
El expresentador y ahora cineasta Jon Stewart es una de las figuras mediáticas y políticas más interesantes de Estados Unidos, principalmente porque ayudó a moldear el estilo de comedia satírica sobre la vida política estadounidense que ahora es tan común ver en televisión. Aparte de figura influyente e imprescindible, Stewart tiene mucho que aportar, y más en un momento como el que vive el país. La entrevista que le hace Marchese está genial.
Hollywood: ‘Quitar ‘Lo que el viento se llevó’ de HBO Max no cambia nada’ por Mark Harris en Vulture (en inglés; 7 minutos)
Quitar Lo que el viento de llevó de HBO Max fue una mala idea. Fue echar lecha al fuego en un momento en el que no hacía falta. Y esto va en línea con lo que concluye el artículo de Taibbi que enlazo más arriba. En este caso, Harris explica las implicaciones de por qué borrar Lo que el viento se llevó, aunque sea provisionalmente, solo va a tener el efecto contrario del pretendido.
😆 Quitándole la gracia
CHAZ. A ver, qué os pensabais, ¿que la iniciativa más random de la izquierda en estos meses no iba a provocar una ingente cantidad de memes? ¡Pues claro que los hay, demonios! Muchos y muy buenos. La mayoría de críticos de la derecha, como cabría esperar. En KnowYourMeme tienen un buen repaso, que ya no me queda espacio de email para compartiros más.
Y en vídeos e imágenes que te alegrarán el día:
Este reencuentro entre una niña y su mejor amiga.
Este hilo de comunistas que ¿saben ligar?
Esto pájaros que unos cuantos querrían fumarse.
Este genial museo para un loro aburrido durante la cuarentena.
Y esto para joderos la mañana.
🤩 Un vídeo para entender las nuevas corrientes políticas
Krystal Ball & Saagar Enjeti llevan más de un año apostando por un programa de actualidad política en YouTube llamado Rising. Cuando empecé a seguirlos en octubre del año pasado, ya se podía prever que iban destinados a algo grande. Por entonces, tenían una sexta parte de los suscriptores que tienen ahora mismo (600.000). Un salto importante se debe a esta entrevista de ¡¡2 horas y 43 minutos!! en el podcast de Joe Rogan que se ha hecho superviral porque es todo lo interesante que cabría esperar.
Si de verdad queréis empezar a entender por qué el podcast de Rogan es tan influyente a nivel político, este es el mejor capítulo introductorio. Ball es populista de izquierdas; Enjeti, populista de derechas; y ambos ofrecen una visión distinta a la realidad mediática de CNN, MSNBC, Fox News y demás cadenas que acaparan gran parte de la conversación que vemos en Twitter, pero que muchas veces no recogen los intereses de una parte de la ciudadanía que está hasta los cojones de la situación en Estados Unidos.
Me encantaría saber qué pensáis si invertís un rato en verlo/escucharlo.
👋 Y para terminar...
Una recomendación. Jaime Altozano ha hecho un vídeo sobre el lo-fi hip hop, ese fenómeno del que os hable hace unas semanas que me encanta tantísimo. Le ha quedado un análisis bastante top.
En cuanto a series y películas, estoy empezando el documental Jeffrey Epstein: Filthy Rich de Netflix y pinta bien, aunque sin ofrecer nada especialmente nuevo sobre el que es uno de los casos más fascinantes y turbios que ha dado Estados Unidos en los últimos años. ¡Y eso que hemos visto Tiger King! Pero creo que ayuda a entender por qué han salido tantas teorías de la conspiración a raíz de su figura, así que vedlo si tenéis la oportunidad porque sirve de base para lo mucho que vamos a seguir leyendo sobre Epstein en el futuro.
Also, una gran noticia para la comunidad LGBTQ en este breve hilo que hice en la mañana del lunes:
Hasta la semana que viene.
✊ Qué es CHAZ, la Zona Autónoma de Capitol Hill en Seattle